AVISO PARA QUIEN QUIERA COMENTAR

¿Dónde está la sabiduría que perdimos en el conocimiento?
¿Dónde el conocimiento que perdimos en la información?
T. S. Eliot, Coros de La roca, I



viernes, 18 de septiembre de 2015

J. R. R. Tolkien. El árbol de las historias, en Espacio Leer: cuatro notas


I.
Tiene algo de visita ultraterrenal. Cuando el traductor se encuentra con el autor traducido -y no me refiero a haber traducido a Wordsworth, eso sería vudú- se produce una encarnación: tú, que tanto te has peleado con las palabras dichas por su espíritu, un día se te aparece en carne mortal, y te dice How are you? Pleased to meet you, y experimentas una dimensión extraña, y te sientes un poco astronauta sin escafandra, ligeramente mareado, parcialmente redimido, como superando una meta volante del Juicio Final. Otro día escribiré de esto. Lo que viene al caso es que ayer se me apareció Colin Duriez, cuyo J. R. R. Tolkien. Génesis de una leyenda traduje hace no mucho. Y tuvimos un muy buen rato de conversación, me sentí inkling y todo. Además, había sido convocado por Pablo Gutiérrez, Director Adjunto del Servicio de Actividades Culturales de la Universidad CEU San Pablo, a una comida con Colin, Maica Rivera y profesores de esta universidad. Disfruté mucho.

II.
Colin había venido a participar en la presentación del libro colectivo J. R. R. Tolkien. El árbol de las historias, coordinado por la profesora María Isabel Abradelo, en Espacio Leer. Allí, una concurrida audiencia pudimos escuchar el texto de Colin, en un agradable inglés británico, y asistir al coloquio. El texto de Colin, "Tolkien for all ages", viene sobre todo a valorar su aporte literario y cultural, algo así como una Aneca periódica con los clásicos, para pulsar su contemporaneidad, es decir, su universalidad, y que siga sonando un buen acorde, en ese encuentro con nosotros -otro día hablamos de Paul Ricoeur.

III.
Me contaba Maica que esa curiosa mitad del local, atestada de trajes, es un co-working con unas modistas. Yo le comenté que hacía tiempo que esta yuxtaposición libros y trajes me tenía intrigado. Como el ser humano no puede dejar de interpretar para vivir (Ricoeur otra vez), de establecer relaciones e integrar, le conté que para resolver este misterio había buscado entre unos y otros objetos la cualidad del tejer: textos y trajes se deben a esa común naturaleza. Me invitó a escribir un relato. Tomo la invitación. 

IV.
J. R. R. Tolkien, el árbol de las historias, un volumen para disfrutar, aprender, y comprobar si la reivindicación de Tom Shippey, que hace a Tolkien el autor del siglo XX, gana o no plausibilidad. El tiempo es el mejor lector; terrible, indeed.

viernes, 11 de septiembre de 2015

Javier Aparicio Maydeu en Espacio Leer: cuatro notas



I.
Vuelves del verano e inevitablemente hay cosas que te gusta que sigan donde estaban, y otras que preferirías que ya no estuviesen. Espacio Leer es de las primeras. Ayer fue un suave empujoncito para acabar de ajustar el modo mental "Curso"; sí, ya estamos a lo que estamos, y a toda vela.

II.
Un descubrimiento, Javier Aparicio Maydeu y su tetralogía sobre la escritura literaria, en el diálogo de ayer. Una tertulia viva con alguien que habla desde un lugar de experiencias largas y aquilatadas sobre la escritura, la literatura, el sistema comercial, escritores... No recuerdo si era Agamben, a quien le leí algo sobre la pérdida de la experiencia en nuestra sociedad, donde todo es de ayer mismo, y no hay recorridos largos que alimenten memorias ni experiencias transmisibles. Bueno, pues ayer, en ese formato gruyere que tienen estas tertulias, agujereadas por la curiosidad y el derrotero incierto de la conversación, tocamos experiencia. 

III.
El sentido elitista de la cultura, la alta literatura, entre muchos otros temas... clarísimo. Argumentaba Fernando Rodríguez Lafuente, y entre matices y anécdotas se asentaba pacíficamente la idea. Ahora me voy a ahorrar la matización de que "cultura" es término plurívoco, de la tupida red de tradición-mediación-hibridación, de niveles, de que no se trataba de un alegato fascista, bla bla bla... Elite no es desprecio, es avance en nombre de todos, porque todos, evidentemente, no podrán nunca avanzar al mismo paso. Y las élites espurias se apochan como fruta advenediza y huera.

IV.
Interesantísima tetralogía, creativa desde el mismo diseño gráfico de las páginas, de escritor que está pidiendo a gritos complicidades; y unos contenidos de alta pertinencia para quien esté en la galaxia-escritura, enseñando, aprendiendo, leyendo, escribiendo, pensando la creación y la creatividad (ineresante distinción), los cómos y los porqués y los quiénes. To be continued.