AVISO PARA QUIEN QUIERA COMENTAR

¿Dónde está la sabiduría que perdimos en el conocimiento?
¿Dónde el conocimiento que perdimos en la información?
T. S. Eliot, Coros de La roca, I



miércoles, 6 de abril de 2011

Lirios, patatas y Cicerón

Cada tarde, al terminar las clases, Borja, un alumno de 1º de Bachillerato, riega su pequeño patatal y su plantel de lirios. Al pasar por ese rincón del colegio, unos metros cuadrados de tierra agreste, recuerdo la frase de Cicerón, en De Officiis: "La agricultura es la profesión del sabio, la más adecuada al sencillo y la ocupación más digna para todo hombre libre". Estuvo colgada muchos años de la puerta del despacho de mi padre. Allí me encontré con Cicerón por primera vez.

Borja rellena una botella de un balde cercano, y la vacía sobre cada mata. Yo observo ese ir y venir. Lo que más me gusta es el silencio y la concentración que envuelve su empeño. Liberados, él y yo, de un día más de palabras, palabras, palabras... como responde Hamlet a Polonio, nos entregamos a este rito liberador, casi hipnótico, donde él oficia y yo contemplo. 

Parece que la primavera ya es una afirmación sobre el paisaje. Los naranjales salpican con el azahar blanco, que más que nunca me parece silencioso. Como si acabara de caer en la cuenta de que el silencio siempre ha tenido ese color, o que el azahar no puede ser más que intimidad.

Borja no sabrá nunca de Cicerón en las aulas. Es "de ciencias". Pero hace tiempo que sí sabe, sin saberlo.