Escribo a 20 páginas del final. Y el final, ya se vislumbra, podría estar a mil páginas más. En algún lugar hay que cortar, en algún lugar que sea significativo, donde se acabe de decir todo lo que se estaba queriendo decir. Así es la literatura, la narración.
¿Qué quiere decir Grossman en Vida y destino? Me gustan e inquietan las novelas que no pueden contestar a esta pregunta de un modo conciso; las que después de decir tantas cosas, reconocen con un gran silencio que todas las palabras se quedan cortas para lo que importaba decir. Tanto más valiosa es la novela, cuanto más constata esa dificultad.
¿Decir lo humano en circunstancias inhumanas? ¿y qué es lo humano? Ahí está Vida y destino, como un valiente dedo índice, apuntando sobre todas las cosas, hacia el misterio.