Looking for his Master (after Turner)
JM Mora Fandos. Acuarela sobre papel
I.
Estamos de acuerdo: lo más interesante de un máster en escritura creativa es ponerse el delantal en octubre, y no quitárselo hasta junio. Alumnos y profesores. En el Máster Universitario en Escritura Creativa de la Universidad Complutense, estoy en el segundo grupo; pero, con las manos en la harina, he descubierto que grupo solo hay uno: como profesor, encuentras novedades, miradas diferentes, materiales, actitudes que te forman... Descubrir es aprender.
II.
Por no hablar de los fallos. No son pocas las veces que el fallo detectado en el alumno lo ves también en ti: patente, o al acecho. La lectura crítica de los textos aviva la conciencia crítica en la escritura propia. Genera una carga moral, una gravidez en la escritura sin la que no puede haber buen trabajo. El peso de las alas, no hay vuelo sin gravedad.
III.
El fallo como oportunidad de mejora es una excelente pedagogía, cuando se cuenta con un recorrido de meses por delante.
IV.
El compromiso del escritor es con el habla de la tribu, de la que viene, y a la que va; es decir, con el otro.
V.
En la cocina se habla mucho, pero con las manos en la masa.
VI.
¿Se puede enseñar a escribir? ¿Se puede enseñar a respirar? Y, sin embargo, qué mal respiramos.
VII.
Al terminar este curso, respiro mejor.
VIII.
¿Se puede enseñar a ser un gran escritor? Acabo de leer un artículo de Mary Wakfield, editora adjunta de The Spectator: "El método Suzuki no hizo de mí una gran violinista, pero me cambió la vida". Seguramente, como en la música, en la escritura no se trata de ser quien no se es, sino quien se es, pero no se sabe; y eso exige una insistencia, una apertura, un cambio, a mejor.
IX.
Nunca le he prometido a nadie que la escritura fuera a ser su vida. Pero no dejo de persuadir al alumno de que la escritura es vida.
X.
¿Publicar? Eso es otra cosa. De la que, por cierto, no hemos dejado de hablar.
XI.
"Sigue trabajando el texto". Cada plato tiene su cocción... la de la mente del escritor.
XII.
"Show, don't tell", "Slow write", "Process"... Aprendiendo de los chefs norteamericanos.
XIII.
"Nos has comentado lo que piensa Flannery O'Connor, pero ¿qué nos dices ahora tú?" El arte de la digestión en público.
XIV.
De la información al conocimiento, del conocimiento a la sabiduría. Verdadera transgresión.
XV.
Cuando T. S. Eliot pasa a ser tío Eliot.
XVI.
La audacia para con la belleza inarticulada se llama sintaxis.
XVII.
Contempla, explora, dispara, recoge, ordena, modela, poda, modela, revisa, poda, modela, revisa... duerme: disfruta siempre.
XVIII.
Estilos, poéticas, géneros, tics... empanadillas, lasañas, bacalaos, paellas... recetas y fogones.
XIX.
Solo soy un profesor del Máster: hay mucha más gente: editores, escritores, críticos literarios, periodistas culturales, traductores, guionistas, gestores de marca personal, profesores invitados...
XX.
Si te tienta ponerte el delantal el próximo curso, bienvenida o bienvenido a la cocina. Plazas limitadas, entra sin llamar.