AVISO PARA QUIEN QUIERA COMENTAR
viernes, 30 de abril de 2010
Leer lo que sea
jueves, 29 de abril de 2010
Leer en cuerpo y alma
miércoles, 28 de abril de 2010
Lectura desde la sabiduría
martes, 27 de abril de 2010
Leer el yo
domingo, 25 de abril de 2010
Atención a este hombre, sabe leer
¿Qué tiene que ver un saxofonista de jazz con la lectura? Bueno, para mí la lectura ha de ser implicativa, si no, será otra cosa. Implicativa: donde el lector se compromete con el texto, se entrega, se inserta en él, y hace que el texto pase a formar parte de su vida. El texto son unas palabras, el lector puede integrar esas palabras, ideas, sugerencias, y hacerlas fructificar en su vida.
Eso es lo que hace un jazzista: lee el tema, y lo asimila, encontrando en ese tema una inspiración y una sugerencia, para seguir viviendo musicalmente, para expresarse y comunicar. Y eso lo hace implicándose, y si es sincera y bien hecha esa implicación, será creativa, y ahí viene la improvisación. ¿Cuántas versiones hay de A Night in Tunisia? Tantas como días posibles en la vida de un músico, y eso multiplicado por todos los músicos posibles. Incalculable, como el misterio de la persona.
A Night in Tunisia, Joshua Redman
sábado, 24 de abril de 2010
Saber, sabor
viernes, 23 de abril de 2010
Día del lector, Feria de la lectura
Un sencillo ejemplo: nos chirría "Mundial del balón", pues ya que se trata de hacer algo mundial, preferimos que el centro lo ocupe una actividad y no un objeto. En cambio, para el día de hoy, hacemos una metonimia de la parte por el todo, del instrumento por el fenómeno.
Sería un día mejor aprovechado si lo inviertiéramos en exaltar, fomentar, explicar, la lectura; y junto con ella, y por ella, a las madres y profesoras que troquelaron en nosotros los cálidos y delicados canales para la lectura en nuestra inteligencia y nuestra sensibilidad; y a los maestros que continuaron en nuestros espíritus esa presencia de gracia; y a los que editaron los libros que tanto nos influyeron, y a los que los distribuyeron, exhibieron, vendieron; y a los que aconsejaron y criticaron; y a los que nos regalaron libros, y a los que regalamos con un libro, y lo leyeron con la entrega de un mocoso a un helado, y a los que todavía están indecisos, al borde de la lectura.
Un día en que podríamos celebrar esa misteriosa fibra de nuestra identidad.
jueves, 22 de abril de 2010
D. Federico, la lectura nos santifica
miércoles, 21 de abril de 2010
No empuje, por favor: estoy leyendo
martes, 20 de abril de 2010
Leer la ausencia
sábado, 17 de abril de 2010
Leer el vértigo
jueves, 15 de abril de 2010
Leer, tejer
Una vez se me ocurrió que leer es como tejer. Volvemos al texto, como al tejido, con la aguja de la lectura, una y otra vez. Leer es entrar y salir, entrar y salir… dejando un hilo. ¿El hilo? Me imagino a La encajera de Vermeer introduciendo y sacando una aguja que, al dibujar su bucle en el aire, muestra un hilo invisible; o digamos que ese hilo tan misterioso viene desovillándose de algún delicado lugar. Cuando levanta la aguja, la encajera por allí la pasa, y allí tinta el hilo, y así lo vuelve al tejido, y sólo lo vemos en la trama, perlado ahora, irisado después; de grana, o zarco, o del guiño del azabache… Y al final queda lo tejido, y la encajera –como nosotros- sabe que algo suyo va en ese pedazo de tela con que se viste, al leer.
martes, 13 de abril de 2010
Imagine (un préstamo de Lennon para titular un deseo sobre la lectura)
Imagine que sólo se pudiera suspender por no traer la novela a clase.
Imagine que llegamos a las PAU con la paz de espíritu de no saber lo que es un lexema.
Imagine que, bueno, sí sabemos lo que es un lexema, pero es porque, un día, alguien en el aula leyó en voz alta lo siguiente:
"¿Es posible, señor hidalgo, que haya podido tanto con vuestra merced la amarga y ociosa lectura de los libros de caballerías, que le hayan vuelto el juicio de modo que venga a creer que va encantado, con otras cosas deste jaez, tan lejos de ser verdaderas como lo está la mesma mentira de la verdad?"
y preguntó a continuación: "¿ocioso?, ¿es bueno o es malo?". Y en leyendo y comentando el dicho pasaje nos suspendimos en un sabroso coloquio sobre la buena crianza de las palabras, y fue tan grande el gusto en platicalle, que aunque nos hallara el día de mañana entretenidos en el mesmo cuento, holgáramos que de nuevo se comenzara.
lunes, 12 de abril de 2010
Un deseo para el pacto educativo
Si en un pacto educativo se puede tomar alguna decisión sobre directrices generales, evitemos el "en vez de" la educación.
sábado, 10 de abril de 2010
Leyendo a Maigret
viernes, 9 de abril de 2010
Identidad narrativa V. Una mujer con un pasado
miércoles, 7 de abril de 2010
Cómo leo IV
lunes, 5 de abril de 2010
Cómo leo III
viernes, 2 de abril de 2010
Cómo leo II
Siempre tengo presente que leo desde algún sitio: unos conocimientos, un dolor de muelas, una euforia, una crisis, un proyecto. Hay lugares y lugares. No da lo mismo uno que otro: unos son pasajeros, otros más permanentes. Algunos, como mi sombra, son inescapables.
Así que la lectura es como una improvisación de jazz: una nunca es igual a otra, pero lo más importante de ti está presente en ambas. No hay nada que le guste más a un músico de jazz, que le reconozcan por su estilo. No por tal o cual grabación, sino porque ahora, ayer o mañana, si alguien pasa cerca de donde está tocando, pueda exclamar “Es x”.
Al leer me leo. El libro me devuelve la pelota: “¿Quién eres tú? ¿de dónde vienes? ¿desde dónde lees? ¿qué traes a este juego? ¿has desayunado fuerte?”. La lectura es un juego cooperativo, no competitivo. Algunas ideas de Paul Ricoeur me han ayudado a entender estas verdades. Y he entendido que hay libros que me han propuesto juegos de lectura altamente valiosos para mi crecimiento personal; que para algunos juegos hay que estar preparado, y a veces no se está; y que hay juegos que no merecen la pena.