Es una expresión de Julián Marías. Mi amigo Rafa Martínez,
hacía algo más de un mes, me había hablado de otro término de nuestro filósofo:
“calidad de página”; y yo quedé con el compromiso de hacerme con el libro donde
expone la idea. Pero la vida… y ayer, hojeando Internet —porque hay páginas web—, me encuentro el artículo de Marías donde acuña la expresión nueva: “calidad de frase”, como un corolario
de la que me anunciaba Rafa.
Dice Marías que es la intensidad y la brevedad lo que
traen consigo estas frases de notable calidad; que va de suyo en la poesía,
pero también abunda en la prosa: Ortega o Gabriel Miró serían ejemplos,
mientras que no Galdós o Baroja —es decir, que asoma más esta frase por los dominios de la
reflexión y la descripción intencionalmente estéticas, y no es tan visible en
la narración—; y da como ejemplo algunas de las Coplas a la muerte de su padre, de Jorge Manrique:
Partimos
cuando nacemos,
andamos mientras vivimos,
y llegamos
al tiempo que fenecemos;
así que cuando morimos
descansamos.
andamos mientras vivimos,
y llegamos
al tiempo que fenecemos;
así que cuando morimos
descansamos.
Olé. Lírica discursiva, un género arriesgado donde cansar al
lector no es difícil, donde manda la justeza, y la imaginación va elegante por
ceñida. En estos tiempos de airbag espiritual, la disipación intelectual y
afectiva pasa el gato pardo de cualquier cosa por liebre del estilo sugerente. No
hay que deja a Manrique muy de la mano.
“Calidad de frase”, y a mí me viene a la mente otro marbete:
“frase en sazón”, en el punto de madurez; porque, en general, en el bulto de las
urgencias del día, escribimos mucha frase “verde” y prematura; y con qué
facilidad deviene en rédito para las ambigüedades programadas de los media y la
escenificación de la política para el prime time de los telediarios.
Pero, como se dice
en Italia, acabemos “in bellezza”: calidad de frase, como si nos fuera mucho en
ella, nos importara el lector, tomárnoslo en serio y no en serie; porque
escribir, comunicar, pueda ser un acontecimiento, una invitación, una
educación; sugerencia y sazón; elegancia.