AVISO PARA QUIEN QUIERA COMENTAR

¿Dónde está la sabiduría que perdimos en el conocimiento?
¿Dónde el conocimiento que perdimos en la información?
T. S. Eliot, Coros de La roca, I



domingo, 23 de noviembre de 2025

Presentación de Tras la belleza. Hallazgos y meditaciones. JM Mora-Fandos

Próximamente, publicado por Ediciones More, y ¿de qué va?

… de atravesar Ítaca a pie con Odiseo para llegar a una clase de literatura, de bajar con los alumnos a los infiernos de Orfeo y transfigurarse en tórtolas, de contemplar un cordero muy especial en una caja de Zurbarán, de recordar el descubrimiento adolescente de Bach, de recorrer paisajes de Navarra hacia adentro, de encontrarse con los Maestros una fría tarde universitaria de diciembre… de escribirlo en busca de la belleza, con ella, más allá de ella... de que perdure en las palabras, como el aroma del vino en el vaso, como el sabor en el saber.

Seis breves ensayos líricos sobre belleza encontrada y vuelta a buscar en la escritura

Con un bello prólogo de Jaime Nubiola, mil gracias

Estáis invitados a la presentación el viernes 28 de noviembre a las 18:30 h. en la Librería Celama, C/. Don Ramón de la Cruz 93, Madrid

Intervendrán:
Helena Díaz Peña, Comunicadora
David Luque, Profesor de Teoría de la educación en la Universidad Complutense
Pablo Velasco Quintana, Editor de Ediciones More
José Manuel Mora-Fandos



lunes, 17 de noviembre de 2025

Jane Austen sale a pasear

 

“Finis. July 16. 1816”. Escribe Jane Austen en el manuscrito recién terminado de Los Elliot —finalmente Persuasión—. Dos días más tarde le añade un párrafo, y a continuación “Finis. July 18. 1816”. Levanta la vista de los papeles en su escritorio. Entra por la ventana una claridad indecisa, de mañana rara, de aquel verano frío y lluvioso. Busca la toca de muselina y sale de la casa de ladrillos rojos de Chatown, Hampshire, donde vive ahora con su madre y su hermana Cassandra. A la derecha, a unos minutos de allí hacia el oeste, enfila el camino al bosque denso de hayas, abetos y alerces. A veces —qué bien lo sabe— hay que ganar una distancia, incluso física, con lo que una escribe. Necesita tiempo para cavilar, como Anne Elliot, su protagonista, cuando se ve asaltada por un afecto repentino. Sí, ese final…

Deambula por las sendas, a veces se interna un tanto bajo los hayas poderosos y altos, pero la claridad mate del día apenas se filtra por las altas enramadas. Vuelve al camino y el azul de los acianos en los bordes, que tantas veces ha deleitado sus ojos… no… ese final de la novela… Anne y el capitán Frederick Wentworth han tenido por fin la ansiada conversación que unirá sin ambigüedades sus afectos y sus futuros. Sin embargo, la peripecia que pergeña el diálogo decisivo resulta antinatural, las coincidencias necesarias para que la trama desemboque en el clímax dramático revelan unas descaradas costuras sobre un tejido que le parece abrupto, cuando ella querría acariciarlo con la palma de la mano y sentir una suavidad sin frunces ni pespuntes… Ese final… no está a la altura. Espera más de Anne, de Wentworth, de la trama, de la dicción, de ella misma…

Mira detenida los acianos, sin verlos.

Ha sido una temporada difícil en casa: estrecheces económicas, sobrinas pequeñas, cuñadas y hermanos que atender, el fallecimiento de la señorita Benn, el viaje a Cheltelham a tomar las aguas por prescripción médica, los cuarenta ya pasados y el malestar general que la acompaña desde inicio del año, con esos dolores en la espalda…. Como le contaba por carta meses antes a Cassandra, en Chatown es imposible escribir, atareada supervisando asados de cordero y porciones de ruibarbo…

Los Elliot se merecen algo más; realmente, algo mejor.

La brisa es algo fría, pero se arrebuja en la toca. El azul de los acianos comienza a vibrar. Volvamos a casa.

jueves, 6 de noviembre de 2025

En el jardín de Katherine Mansfield

 



Un relato también puede ser un clásico. Para mí, "La fiesta en el jardín", de Katherine Mansfield: una fiesta burguesa de finales del XIX, preparativos, un jardín que restalla bajo el sol, una adolescente con una contrastante sensibilidad estética y moral. Al final, no tan lejos de cosas que conocemos, que hemos vivido quizás. Sí, hemos vivido despertares, días en que nos levantamos unos y nos acostamos otros. Oscuras iluminaciones. Jardines de los que se sale. Fronteras que se cruzan. Bellezas que se abandonan como juguetes que ya no nos dicen nada. Silencios que lo dicen todo. 



lunes, 3 de noviembre de 2025