AVISO PARA QUIEN QUIERA COMENTAR

¿Dónde está la sabiduría que perdimos en el conocimiento?
¿Dónde el conocimiento que perdimos en la información?
T. S. Eliot, Coros de La roca, I



viernes, 23 de marzo de 2012

Velada poético musical en la Universidad de Navarra

En el mini-minitaller de escritura que tuvimos anteayer en el alto de la cafetería del Faustino -que tenía algo de cosa casi clandestina; qué bien-, en el edificio central de la Universidad de Navarra, salía el asunto del punto desde el que se escribe cuando uno escribe sobre algo que uno ha hecho. Contar siempre pide un punto. Y como quiero contar algo de lo que fue, he tenido que pensar ese punto. 

La verdad es que incluso para relatar un hecho de cinco minutos, tienes que elegir un punto. Narrar, como vivir, es una continua elección de puntos. Pero no me pongo existencialista, que la cosa no es como para angustiarse -aunque la tentación sartriana, que hay que resistir, está ahí-. Hay elecciones muy gratas. Sobre todo cuando veo que de los posibles puntos, uno sobresale con claridad, y que es el agradecimiento.

Y muy agradecido estoy a Marta Revuelta (Servicio de Actividades Culturales), Teresa Grandal e Inmaculada Setuáin (bibliotecarias y almas de Leyendo se entiende la gente), Marcela Duque, que puso empeño en que todo ocurriera, y así ocurrió, y a todos los que hicieron tan enriquecedora la visita.

Y empezando por el mini-minitaller. Siempre ocurre: con alumnos motivados, el profesor se suelta. Raquel, Fernando, Iñigo, y me dejo nombres, ay, porque no me acuerdo (lo siento), me dieron pie para volver con estas cosas de la escritura personal, cotidiana... que salen en este blog. Interesantísima comparación de Fernando: la de la concreción de los colores sobre la paleta del pintor, con la inconcreción relativa de las palabras en la mente del escritor, de cualquier hablante. Y esto venía a raíz de una ronda de decir colores, y la teoría de Eliot sobre la música de los sonidos y la de los significados...

Bueno, hubo más personas y más cosas a lo largo del día, muy enriquecedoras también, que me hacen caer en la cuenta de que al punto de narración del agradecimiento le estoy imponiendo ahora un contrapunto de brevedad, de ir a lo más público... así es en las narraciones: narrar, como vivir, supone también ordenar, clasificar, relacionar los puntos, guardar puntos para otras narraciones.

Pues ya estábamos a las 5 pm Juanfra y yo montando el tenderete y afinando -me olvidaba de Juanfra Pérez Mengual, guitarrista y 50% del dúo-. De entre el repertorio, tocamos "Pausas", una composición flamenca del propio Juanfra, donde tomé la trompeta, un poco a lo "Flamenco Sketches" de Miles Davis. Y ya en la actuación, pues entre poema y poema, canción; también algún fragmento de Leer o no leer y Tan bella, tan cerca. Bastante público, y muy buenas vibraciones. Eso, cuando estás en el escenario, lo notas enseguida. Y lo agradeces.

Y al finalizar, un coloquio breve, pero muy interesante, como ocurre siempre que conversas con personas inteligentes y sensibles. Así que mientras guardaba el saxo y la trompeta, notaba que muchas sugerencias se colaban en las fundas de los instrumentos. Tiene toda la pinta de que no me dejarán tranquilo hasta que aparezcan impresas. Sí. Agradecimiento al cuadrado. Superpunto.