Ruinas
de Roma
Es tarde ya
junto a los templos de Torre
Argentina,
y yo también he de irme con
ellos.
Hubo dioses aquí, pero la
primavera
ha sido aún más fuerte, y en la
resina arcana
de los pinos contemplo el mito
leve
de mis días.
Aquí hubo un teatro,
y un rumor sacro de túnicas,
aras,
y nadie escucha ya las voces ni
los ecos.
Otra palabra, la del tiempo,
como los bárbaros constante,
se expande bajo el cielo como
savia. Yo tiemblo
bajo el abril triunfante que
volverá sin mí.
Asciende hasta mis labios la
plegaria.