AVISO PARA QUIEN QUIERA COMENTAR

¿Dónde está la sabiduría que perdimos en el conocimiento?
¿Dónde el conocimiento que perdimos en la información?
T. S. Eliot, Coros de La roca, I



martes, 19 de enero de 2021

Alto soy de mirar a las palmeras

La presencialidad del primer cuatrimestre era un bien escaso. Tras las mascarillas había estudiantes de periodismo, eso no iba a dudarlo, aunque la nueva irrealidad siguiera su curso. Había que aprovechar el tiempo. Ahora pienso que me aferraba en aquellos días a algo de lo que entonces ni siquiera era consciente, pero que ahora llamaría fe, la de uso diario, la que sostiene el mundo y a uno mismo, fina. Aquellos días hablábamos de literatura, y de qué podía hacer por nosotros si nosotros hacíamos algo por ella. Así que llegamos a un día especial, aunque un día de estos es imprevisible, pero yo me había traído a clase mi antología de Miguel Hernández, la de Cátedra, comprada en una librería de ocasión. Debe de ser la misma fe, la que pone las ocasiones. Bien, días antes había recordado una conversación de hacía tiempo, con un amigo que me contaba que había leído un verso de Miguel Hernández en su clase, “Alto soy de mirar a las palmeras”, el primer verso de El silbo de afirmación en la aldea. Ocurre que algunos versos se quedan. Siempre que recordaba este verso brotaba una presencia de altura, de luminosidad levantina, de otro aire. Lo había experimentado tantas veces. Así que yo también lo leí a los alumnos con una fe a fondo perdido en que somos aquello que miramos, aquello que leemos. Dejé que resonara. Y sigue.