AVISO PARA QUIEN QUIERA COMENTAR

¿Dónde está la sabiduría que perdimos en el conocimiento?
¿Dónde el conocimiento que perdimos en la información?
T. S. Eliot, Coros de La roca, I



jueves, 30 de octubre de 2025

En vuelo con Saint-Exupéry

cavaban ya su surco de sombra en el oro del atardecer...

Vuelvo a leer esa primera imagen de Vuelo nocturno y me gustaría estar allí con Fabien. Duermen las sacas de correo de la Patagonia. Solo el zumbido grave de las turbinas de la avioneta. El mundo, las colinas, las llanuras... se acerca con los brazos abiertos, brazos de viejo amigo en la tarde:

Las colinas, bajo el avión, cavaban ya su surco de sombra en el oro del atardecer. Las llanuras tornábanse luminosas, pero de una luz inagotable: en este país no cesaban de exhalar su oro, como, terminado el invierno, no cesaban de entregar su nieve.

Ah, ese oro... ¿es la luz misma de las cosas, cuando están en su fiel? La que yo he visto muchas veces al atardecer. Que lo inflama todo, de llama adentro. ¿Es solo una luz que pone su cálida capa sobre el misterio opaco de las cosas? ¿o es la respuesta del mundo cuando es llamado? 



martes, 28 de octubre de 2025

Con el Príncipe Volkonski, sobre la hierba de Pratz (Guerra y paz)

Tenía una deuda con el Príncipe Andrei Volkonski, aquel atardecer en que se desangraba sobre la hierba de la montaña de Pratz, tras la batalla de Austerlitz, en la tercera parte de Guerra y paz. Allí tome unas pocas notas, copié los pasajes en que el Príncipe mira el cielo infinito sobre sí, considera la vida y la muerte, y más tarde guarda silencio ante la pregunta de Bonaparte -como Jesús ante Herodes-. Bonaparte, a quien había admirado como un genio, y ahora ve en su insignificancia de pequeño figurante escabulléndose hacia el ángulo muerto del sentido de esta historia, en la paz de su solitario placer a costa de la sangre de tantos. Una sombra fugaz, esbozada con arte, en la gran pintura de la vida y la muerte, que es la novela de Tolstoi. Justicia poética, pero creo que Liev aspira a más que eso, al misterio poético. 

Así que vuelvo a estar echado sobre la hierba de Pratz mirando el cielo y escribiendo mis pensamientos. Se está bien aquí, poniendo las propias insignificancias bajo "aquel cielo sublime, infinito, con unas nubes flotantes que se habían elevado aún más y a través de las cuales se veía la inmensidad azul".

sábado, 25 de octubre de 2025

Entrando el otoño. Hablando del drama

Siempre pasa al hablar de este asunto, el drama en las narraciones. Son alumnos de periodismo, de publicidad. Hablamos de literatura, hablamos de la vida, nuestras vidas. Por eso me digo, No lleves cadáveres a clase, por favor. Los alumnos tuercen el ceño, se apartan para ponerse las batas, los guantes de látex. Aunque los toquen, están lejos. Podrían contagiarse. Por eso prefiero traer algo, alguien, con quien conversar. "Parece una tontería", de Raymond Carver, por ejemplo. No lo llaméis texto, por favor. Yo mismo he de quitarme esta enojosa costumbre. Si es necesario, diremos algo de eso, en algún momento. Pero ahora esto es una puerta, una ventana, un ser vivo, un amigo, un hervor, una conversación. Aún estáis a tiempo de cambiar de asignatura. Siempre se está a tiempo. También para dejarse sorprender, amar, sufrir o ser amado. ¿La dimensión dramática de las narraciones? Ah, sí, ese era el tema del que dijimos cosas la semana pasada. Ahora, aquí hay una puerta, una ventana, un ser vivo... ya lo sabéis. Nos gustaría que la vida viniera en tres actos, limpia, con su desembocadura amplia en su delta feraz de catarsis. Como el drama de las narraciones. Por eso las leemos, las invitamos al aula. Encienden esa luz que anhelamos, levantan ese espejo que ilumina.

Siempre pasa al hablar de este asunto. Ahora las plantas trepadoras van tornando hacia el rojo, el ámbar, el amarillo. Va entrando el otoño, como una narración bien dramada va entrando en nuestras vidas. Octubre es el mes más fiel, mezcla palabras, vidas y colores.

jueves, 23 de octubre de 2025

Kintsugi, poema

No romperé un cuenco

para hacer un kintsugi

ya tengo aquí mi vida

estos pedazos

¿y el oro...?

sé dónde conseguirlo

no es difícil, no es fácil.

A ver qué tal nos sale.