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¿Dónde está la sabiduría que perdimos en el conocimiento?
¿Dónde el conocimiento que perdimos en la información?
T. S. Eliot, Coros de La roca, I



lunes, 12 de septiembre de 2011

Ahora que empieza el año nuevo

Yo lo vivo así. Hay una enorme diferencia entre lo que pasa al pasar del 31 de agosto al 1 de septiembre, y lo que ocurre entre el 31 de diciembre y el 1 de enero. En esta segunda coyuntura, no acontece nada verdaderamente relevante, uno está en medio del habitual aturdimiento y todo alrededor dice que sí, que sí que ha habido un gran cambio, y que será a mejor. Pues tú mismo verás, que ya tienes algo de edad. Creo que la "felicidad" a la fuerza te aturde más, si no vas provisto de un sentido común bien engrasado.

Bien al contrario, en el paso de agosto a septiembre pasa todo y de todo. El cambio puede ser vertiginoso, el día te sacude, y si no es el 1, será el 2, o el 3... pero llega inexorable. Y el aturdimiento estival se esfuma rapidito. Y haces propósitos, o te los hacen en la empresa, o en el claustro de profesores, o en la mesa del comedor a la hora de cenar.

Ahora que comienza el año nuevo de verdad, no os/me deseo que no se sabe quién o qué os/me traiga prosperidad & co. & etc... 

No me viene a la cabeza ningún deseo. Será este calor.   


2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo con que esto de ahora es el cambio de verdad. Aunque a mí también me viene bien el del 1 de enero para hacer más buenos propósitos, que es una de mis especialidades. Otra, los deseos.

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  2. Pues sí, Enrique, hacer buenos propósitos, nunca está demás, y a diario mejor. Luego... en fin, pero siempre queda algo.

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Muchas gracias por tu comentario, lo leo dentro de un poco -es bueno darse y dar un poco de tiempo a los demás, así la vida se vuelve más humana- y te respondo

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