AVISO PARA QUIEN QUIERA COMENTAR

¿Dónde está la sabiduría que perdimos en el conocimiento?
¿Dónde el conocimiento que perdimos en la información?
T. S. Eliot, Coros de La roca, I



viernes, 18 de noviembre de 2011

Tan bello tantos amigos tan cerca: presentación de Tan bella, tan cerca en Librería Diálogo, Madrid


En la foto se ve ya el buen ambiente de la presentación. Entre amigos, no podía ser de otro modo. Al fin y al cabo, ¿para qué escribimos, editamos, hacemos presentaciones, leemos, si no es para ser felices con los otros?

Pues allí, en el foso de libros de Diálogo, fue. Presentó el libro Enrique Andrés. Me encantaron sus palabras. Enrique no se anda con chiquitas, va al fondo, siempre; y en estos tiempos tan de superficie, se agradece de un modo especial. Hubo un breve coloquio. Mi gran amigo José Antonio Millán -que tampoco se para en chiquitas algunas- entró en diálogo-debate con Enrique, sobre el sentido de la belleza en Baudelaire, sobre su modo de percibirla y su manera de expresarla, y ahí se convocó instantáneamente a la literatura, la teología, la modernidad... : impresionante, yo hubiera estado horas escuchándolos, pero tuvimos que seguir caminando. 

Corina, que junto con Javier Sánchez Menéndez y Cristina Brackelmanns pude conocer como bajados de la blogosfera un rato después de mucho tiempo de blogs y mails -para volver a subir en cuanto terminara el acto-, me hizo una pregunta que, si no recuerdo mal, iba sobre la motivación de la escritura de este libro. Corina es filósofa, así que yo -que me imponen mucho los filósofos; y que, por cierto, pronto será doctora, y sobre Ricoeur, y con Jaime Nubiola como director de tesis, casi ná- expuse mis desvergonzadas incursiones en la filosofía para escribir Tan bella, tan cerca, y creo que nos reímos un poco.

Bueno, luego pasamos a la música, y toqué tres standards de jazz -cuyos nombres no voy a decir, no vaya a ser que la SGAE...-. Y terminé de dibujar los haikus (nada de haikai, ¡eh!) visuales que les tenía prometidos a todos mis amigos allí presentes. No quedaron mal. Rocío y María José se sorprendían divertidas del despliegue: lápices de carbón compuesto, goma, sacapuntas, acuarelas, agua y... ¡fijador de acuarela! Algo parecido a esto:




Para finalizar, foto de familia, la que se ve arriba. Y María José filmó un poco de una canción, que se puede ver y escuchar aquí:


Muchas gracias a todos.