Un libro que siempre me ha parecido grande. Entre otras razones, por seguir las intuiciones vitales filosóficas a través de obras literarias. Un fragmento de la introducción:
Y nos asalta una sospecha: si acaso estaremos en una época de encubrimientos. Al lado de las increíbles perfecciones de este tiempo, de los decisivos hallazgos que en tantos campos ha realizado el hombre en nuestro siglo, no se puede ocultar el hecho de que la vida muestra ciertos síntomas de tosquedad, de pobreza, de monotonía, de inestabilidad; y, lo que es más, de sequedad, de prosaísmo. ¿No será que nos falta una adecuada educación sentimental?
Sí. Tenemos la inteligencia práctica y la voluntad hipertrofiadas, pero el corazón vaga como Tiresias, el ciego de Tebas sin un lazarillo.