Una de esas películas que te dejan más expectante que lo que estabas al comenzar a verla. ¿Qué ocurre? Nada. Y todo. Cine francés (Juliette Binoche, Charles Berling, película de Olivier Assayas). Una cámara muy literaria, atenta a los detalles irrelevantes (?) de lo real, como contrapuntos de peso a la trama, hasta hacerte pensar que estás viendo un trozo de vida filmada. Desde luego no es eso. Pero el guión apunta hacia ahí.
Creo que hay algo un poco tramposo siempre en este cine. Porque sí hay una postura ante la vida, aunque parezca que es sólo un espejo puesto delante. Te deja pensando, y con la retina regalada.