Nathaniel Hawthorne, el autor de esa obra tan impresionante, La letra escarlata, dijo que "La lectura fácil supone una escritura muy trabajada". Es un lugar común entre los artistas, una verdad pacíficamente aceptada: la naturalidad que se transmite al lector o espectador es un efecto, y un efecto que conlleva no poco trabajo, y en este sentido, no poco artificio.
Supongo que indagar por aquí es entrar en un tema antropológico de mucho calado. En el arte, en la realización de cualquier cosa, la búsqueda de lo natural es justamente lo que no sale "naturalmente". Será porque, como personas, llevamos naturalmente inscrita esa dimensión proyectiva, realizativa, que hace que "ser" sea "ponerse, con todos los medios, a ser".
La escritura es un testigo especialmente elocuente de esta verdad, de que lo natural en el hombre es algo más que lo espontáneamente natural que rige en lo estrictamente biológico.