AVISO PARA QUIEN QUIERA COMENTAR

¿Dónde está la sabiduría que perdimos en el conocimiento?
¿Dónde el conocimiento que perdimos en la información?
T. S. Eliot, Coros de La roca, I



jueves, 31 de marzo de 2011

Sobre las lecturas escolares: cuidado con lo que decimos

Decía Quim Monzó, en su artículo "¡Di no a las lecturas!", en el Magazine del domingo pasado, que las lecturas no apropiadas para los escolares hacen que los alumnos acaben odiando la literatura. Vale, estoy de acuerdo. Pero no puedo compartir lo que comenta a continuación:

"Día tras día, sin prisa pero sin pausa, muchas escuelas y muchos institutos se esfuerzan en que los estudiantes acaben por odiar la literatura, e incluso el cine". 

Alto ahí, señor Monzó. Esos juicios sumarios no inspiran crédito, y además son injustos (¿ha dicho "se esfuerzan"?, uf, uf, uf). Póngase usted delante de treinta quinceañeros de los de hoy -no hace falta que especifique, ¿no?-, y tenga las Pruebas de Acceso a la Universidad detrás, con esos programas tan bien diseñados por profesores universitarios, intelectuales, que viven en la abstracción constante. Y luego me cuenta.

Y son muchos los docentes a los que no les tiene que recordar lo de las lecturas adaptadas, porque ya lo practican, fomentándolas entre las rendijas de esos programas que bajan de las alturas de la inopia social, psicológica y antropológica.