"Más libros, más libres", un eslogan ilustrado con el que estoy bastante de acuerdo, pero que me recuerda a este dicho de Plinio el Joven: "Non multa, sed multum" (pero no muchos libros, sino mucho leer). Y todo esto porque, preparando una conferencia, me ha sobrevenido mi vieja obsesión por lo del "Fomento de la lectura". ¿Cómo no me van a parecer muy bien las campañas de fomento de la lectura, y que se den subvenciones a las instituciones educativas para la compra de libros?; pero eso sigue siendo coger el rábano por las hojas: fomento sí, pero ha de comenzar en el aula.
Desgraciadamente, siguiendo el ejemplo de Platón en la República ideal, hemos expulsado las narraciones del aula: no leemos en clase, no hablamos ni escribimos sobre lo leído en clase, estamos muy ocupados viviseccionando oraciones, artículos periodísticos, enseñando y aprendiendo paradigmas, enredados en sistemas, en humo, en polvo, en sombra, en nada... La literatura, en otro sitio; las narraciones -eso con que la humanidad se ha aprendido a sí misma- lejos porque están "supuestas": el sistema educativo obliga a que los profesores supongamos que los alumnos estarán leyendo "en algún lugar", o que ya han leído, o deberían haberlo hecho, y que así ahora podemos ocuparnos de la formalidad, de la abstracción, de la raspa de la sardina, vamos. Pero sabemos que, masivamente, no leen.
Desgraciadamente, siguiendo el ejemplo de Platón en la República ideal, hemos expulsado las narraciones del aula: no leemos en clase, no hablamos ni escribimos sobre lo leído en clase, estamos muy ocupados viviseccionando oraciones, artículos periodísticos, enseñando y aprendiendo paradigmas, enredados en sistemas, en humo, en polvo, en sombra, en nada... La literatura, en otro sitio; las narraciones -eso con que la humanidad se ha aprendido a sí misma- lejos porque están "supuestas": el sistema educativo obliga a que los profesores supongamos que los alumnos estarán leyendo "en algún lugar", o que ya han leído, o deberían haberlo hecho, y que así ahora podemos ocuparnos de la formalidad, de la abstracción, de la raspa de la sardina, vamos. Pero sabemos que, masivamente, no leen.
Algunos profesores intentan algo, algo que supone fricción con el sistema, trabajo aparte, quintacolumnismo, vocación. Que supone estar en Matrix, pero sin casquillos de bala ni karate; con cafeína y pupilas brillantes a la mañana siguiente.
Bueno, habrá que esperar a que haya un corte de luz... Cuando la gente se empiece a aburrir, ¡ya verás lo que pasa en las librerías! Antes, a parte de leer y pasear y contemplar y hablar y mucho más, no se podía hacer mucha cosa; quizá con-vivir...
ResponderEliminarUn abrazo, Rafa.
Habrá que quedar...
Buena aportación, un corte de luz saca a la gente de sus cavernas virtuales... pero ¿y si se ponen a jugar al fútbol?
ResponderEliminarHombre, a la luz de las velas se pueden hacer muchas cosas, pero leer cuesta, te puedes dejar los ojos. No sé, a ver si hubiera otro modo. Yo a veces he pensado en meterlos en la cárcel, un par de meses solitos con un libro en una celda. Seguro que lo devoraban y le cogían cariño... De todos modos lo del quintacolumnismo, el Matrix y los ojos brillantes suena muy prometedor.
ResponderEliminarCierto, veo que aquí hay un problema de redacción, he dado por supuesto algo que no se capta. Me refería a que intentar algo por parte del profesor, al margen del sistema -Matrix- supone dedicar más tiempo a preparar las clases, de modo que des el temario y al mismo tiempo hagas otras actividades. Por eso lo de la cafeína y tener las pupilas brillante, por lo poco que duermes.
ResponderEliminarLo de la celda es una solución que habrá que explorar.
A veces, en clase les leo a mis alumnos algún pasaje especialmente interesante de algún clásico y lo hago con cierta entonación y dramatización... y es emocionante observar sus caras de sorpresa y atención. Cuando termino de leer les ofrezco el libro y siempre hay alguien que lo coge.
ResponderEliminarChapeau! me has dado una gran idea.
ResponderEliminarMuy de acuerdo. Eso se debería de hacer en las aulas, analizar las cosas está bien, pero la lectura comentada, el debate sobre lo leído, eso si que despierta el interés dormido en los alumnos por saturación de análisis sintáctico, y comentario de texto: lee y conoce el mundo.
ResponderEliminarGracias Javi, hagamos campaña de estas cosas.
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