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¿Dónde el conocimiento que perdimos en la información?
T. S. Eliot, Coros de La roca, I



miércoles, 16 de febrero de 2011

Albert Camus y la verdad y la libertad en la escritura

En el blog de mi amigo, el filósofo Jaime Nubiola, aparecía hace poco una entrada sobre la verdad y la libertad en la literatura. Jaime cita dos pasajes del discurso de Albert Camus al recibir el premio Nobel de literatura. Yo, aquí, me callo y cedo la palabra a Jaime y a Albert:

Como hablo frecuentemente de estos dos criterios de verdad y libertad, me impresionó mucho leer hace unas pocas semanas en el memorable "Discurso de Suecia" de Albert Camus que las dos responsabilidades que constituyen la grandeza del oficio del escritor son "el servicio de la verdad y de la libertad". Se trataba del banquete final que, de acuerdo con la costumbre, se le ofrecía en el ayuntamiento de Estocolmo el 10 de diciembre de 1957 para clausurar las ceremonias de la concesión del Premio Nobel de Literatura. Camus explicaba: 


Cualesquiera que sean nuestras debilidades personales, la nobleza de nuestro oficio arraigará siempre en dos compromisos difíciles de mantener: la negativa a mentir sobre lo que se sabe y la resistencia a la opresión". Y añadía un poco después: "La verdad es misteriosa, huidiza y siempre hay que tratar de conquistarla. La libertad es peligrosa, tan apasionante como difícil de vivir. Debemos marchar hacia esos dos objetivos, penosa, pero resueltamente, sabedores de antemano de los desfallecimientos en que caeremos durante tan largo camino.

Verdad y libertad son palabras grandes: las necesitamos como ideales que presidan nuestra vida hasta los detalles más pequeños de la convivencia diaria. No conseguiremos con ello rehacer el mundo o crear un mundo nuevo, pero sí lograremos al menos —como defendía Camus en ese mismo discurso— "impedir que el mundo se deshaga".