Voy a dar una conferencia sobre la lectura a los padres de los alumnos del colegio Llaüt, Palma de Mallorca. Como se trata de ganar y confortar adeptos a la lectura, me digo: "No les aburras con sesudos argumentos. Aplícate tu propia entrada de blog, tomada de C. S. Lewis: No escribas delicioso, haz que lo digamos nosotros al leer tu descripción. Pues eso: nunca des una receta sin provocar al mismo tiempo un hambre canina. Incítales".
Repaso mi arsenal de recursos, y busco algunas citas inspiradoras. Y bueno, me he encontrado con esta del escritor y periodista norteamericano Patrick Jake O'Rourke: “Lee siempre algo que te haga quedar bien si mueres a mitad lectura”. Reconozco que me he reído, y que me ha dado luces. Voy a utilizarla con otras de gente tan solvente como Cicerón o Séneca. No es el argumento definitivo para la elección de buena literatura, pero en estos momentos de "cultura de la imagen", puede tener una fuerza especial. Si se imagina con cierto detalle, es horroroso: me figuro a mí mismo, balanceado ya póstumamente por los vaivenes menguantes de una mecedora, boquiabierto y con los ojos medioenblanco, recién apeado en la última parada (cardiaca) del tren de la vida, y en mi regazo un ejemplar de ...
A la salida del funeral, dos amigos:
-Ya ves, toda la vida hablando de buenos libros y...
-Pobrecillo, un desliz en el último momento.
-¿Crees que en aquellos últimos instantes recobraría la lucidez y se arrepentiría?
-Me sostiene esa esperanza.
-Menos mal que llegaste enseguida.
-Sí.