Alguien dijo que el mejor consejo para la escritura que recibió jamás fue "termina".
Suena un poco duro, pero cuando uno se va metiendo más y más en la escritura... sigue sonando duro; hasta que llegas a una esquina y ves la recta final, entonces se te acelera el pulso y ¡sprint!
Qué gran realidad la de esa lucha entre las volutas de humo de las posibilidades y los miedos, y la de la voluntad tozuda que sólo quiere ganar ese metro que tiene delante, y luego otro, y otro...